viernes, 30 de septiembre de 2011
de cumpleaños
Su abuela, cuando cuidaba a Arthur, era casi ciega, casi sorda, casi inválida, casi pobre, casi analfabeta. Pero de eso Arthur se da cuenta recién ahora, con una mirada adulta. Y ahora entiende que una mujer simpática, linda, bondadosa, sensible, con una voz tan encantadora, que se caracterizaba por ser una excelente cocinera y anfitriona, haya pasado una toda su vida en soledad. El tío de Arthur la visitaba y llama seguido. Arthur pasó gran parte de su niñez a su lado escuchándola cantar siempre un tango distinto. Pero el resto de la numerosa familia no aparecía más que en retratos que la vieja dejaba por costumbre o por distracción.
Piensa en que la vieja debe estar sola en su casa. Hablando todo el tiempo. Sola o tal vez con el tío, único hijo que le llevó flores. Escuchando algún tango. Nunca nadie la entendió, piensa Arthur. Y se da cuenta de que no la llama porque le duele verse reflejado en ella, porque sabe que llamar es dar explicaciones, porque volver a ella es también volver a otros pasados menos deseados.
Al rato Arthur se va de la terraza. Se prepara un té y lo toma sentado en la mesada, como lo hacía en la cocina de su abuela. Y dice en voz alta “feliz cumple”. Y recuerda la dulce voz de su abuela. Y se imagina la luna rodando por Callao.
lunes, 19 de septiembre de 2011
soñando
El rocío lo despierta pero no tiene la culpa de lo enfermo que quedó después de esa siesta nocturna. Arthur casi no puede abrir los ojos. Está transpirando. Tiene fiebre y mucho frío. Le duele la ciática. Respirar le da nauseas, siente una acidez tremenda en la garganta.
Y, como si esto fuera poco, piensa.
Y al despertar, el no saber qué fue sueño y qué recuerdo, lo enferma. Literalmente.
Cuando Arthur está enfermo, piensa. Se hace preguntas. Entonces se dice a sí mismo que el ser humano puede llegar a cualquier cosa. Buena o mala. Y ahí, Arthur, duda: ¿el pensamiento está dentro de la naturaleza? ¿La razón es como una planta o como botella de vidrio? ¿Todo lo que hace el ser humano para destruir la naturaleza también es parte de la naturaleza? ¿Es natural que un tipo desmonte tres hectáreas de pino del mismo modo que es natural que de un huevo salga un pollo?
Y entonces, no sabe por qué, reflexiona sobre los alcances de la imaginación. Se da cuenta de que no son muchos y de que sólo pueden alcanzar niveles interesantes los que estén 1) bajo las influencias de alguna droga, 2) en sus primeros seis años de vida, 3) locos o 4) soñando.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
pasión
lunes, 5 de septiembre de 2011
el sentido
“Ser amable con la gente. No comer grasas. Leer un buen libro de vez en cuando. Pasear. Intentar convivir en paz y armonía con gente de todos los credos y naciones”.
No entendió el mensaje. Aunque es extraño, esta película le hizo dar cuenta que recuerda el día en que nació. Lo que no se da cuenta es que sin dudas es la única persona en el mundo con este don. Que, aparentemente no sirve para nada, pero que seguramente lo podría hacer ganar millones de dólares. Es tan ingenuo que sólo se queda con lo triste del recuerdo y su falta de astucia o inteligencia interesada hacen que ni pueda lamentarse por haber perdido la fortuna que jamás ganará simplemente porque nunca se percatará de que es capaz de ganarla con solo hacer un llamado telefónico.
Junto en el momento que lo sacaban del vientre, Arthur araña a su madre por dentro. Freud revive y se frota las manos. El bebe llora porque estaba cómodo en donde estaba y lamenta haberle hecho daño a la madre. Pero con el tiempo, a medida que se va dando cuenta de que la madre tiene mucho que ver con que el esté en este maldito mundo, ése va a ser su único orgullo. Lo que todos creemos que pensamos cuando nacemos, Arthur lo corrobora preguntándose ¿cómo la envidia, la lujuria, la avaricia, la gula, la soberbia, la pereza y la ira no van a ser parte de la condición humana si el impacto con la humanidad es tan traumante: frío, rostros enmascarados o sufriendo, adultos fracasados, golpes, desarraigo, manipulación, etcétera?
Arthur está agotado, se va a preparar un té. Tiene ganas de dormir o mirar otra película. Mejor pensar lo menos posible.