martes, 10 de enero de 2012

saldo positivo

Arthur se olvida de lo incómodo que es estar viendo una película en ese colchón, con una sábana que se le pegotea en la espalda, sólo porque está divertido. Le da mucha gracia pensar en toda la plata que se habrá gastado en esa película. Explotan cosas, se derrumban edificios, vuelan autos por los aires, actúan miles de personas que deben hacer coreografías, se filma en distintas ciudades y muchos otros efectos y contrataciones costosas. Si tuviera computadora con internet y el hábito de buscar curiosidades en Wikipedia, seguro no le sorprendería ver que el presupuesto de la película fue de 30 millones de dólares. Pero todo ese derroche lo divierte. Además, la gran producción está acompañada de una música que Arthur disfruta sobremanera. No hay nada como escuchar a John Lee Hooker, piensa Arthur mientras lo ve tocar “Boom Boom” en plena calle y luego discutir con otro negro por quién la escribió. El calor no puede destruir el mágico equilibrio de la terraza: diversión (destrucción – un mosquito que pasa a centímetros de la oreja de Arthur + humor) + buena música (buenas voces + discretos bailes) + parodia a la policía = placer.

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